Mis libros · Sin categoría

Cositas que no sabéis de «Y que te quedes»

Buenas tardes, Cerecitas!

Que sí, que vengo un poco tarde, si yo lo sé, pero es que he tenido un mes muy liado y yo sé que vosotras me lo perdonáis todo porque sois amor puro (peloteo máximo).

A lo que vamos: Las que me seguís desde hace un tiempo sabéis que tengo por costumbre hacer un post con las curiosidades de mis historias, así que con «Y que te quedes» no iba a ser menos, ¿verdad? Además, aviso de antemano que este post es, para mí, posiblemente el más difícil de los que he escrito hasta el momento. Ya veréis por qué.

Eso sí, anuncio desde ya que este artículo contiene muchos, muchos, muchísimos SPOILERS, así que si no has leído el libro lo mejor es que no sigas (¡aguanta, valiente!) Para las demás, ¡allá vamos!

Empecemos con las fotitos, que ya sabéis que me encanta. En Sin Mar 1 ya os enseñé la cara que tienen, para mí, los protagonistas de esta historia, pero vamos a refrescar la memoria.

Aquí, Nate. Para mí, el hombre perfecto. Sé que no todas tenemos el mismo gusto, pero su dulzura, su forma elegante y pausada de ver las cosas, su paciencia infinita, su amor de verdad, de los que duelen pero se quedan para siempre, me conquistaron. Es un personaje que sabe lo que quiere, no tiene fantasmas, ni traumas, ni una razón para ser frío o no aceptar el amor que lleva dos años sintiendo por Esmeralda. Es la constancia hecha persona y eso me encanta, porque en este caso el prota hombre no es cabrón, ni egoísta, ni mujeriego (ojo, que estos también me vuelven loca), es, simplemente, un hombre esperando tener su oportunidad con la mujer de su vida.

Sigamos con Esme, la chica de ojos verdes, la fría, la calculadora, la que parece tenerlo todo bajo control pero, en realidad, solo necesita que alguien vea a través de ella y la ayude a desbloquearse. Muchas me habéis dicho por redes o por privado que os costaba empatizar con ella, y lo entiendo. No creáis que no era consciente de que su papel era complicadísimo, lo sabía pero, aún así, supe que este era su único camino posible. Esme no podía ser como Julieta por el simple hecho de que son dos personas distintas y completamente opuestas. Ya la primera avisaba que, de entre todos los hermanos, era Esme con la que menos cosas tenía en común. Sé que meter esta historia en segundo lugar fue arriesgado porque pasé de un extremo a otro sin avisar, pero no me arrepiento. Ha quedado constancia de que cada hermano tiene una personalidad y una historia muy distinta a la anterior, que es lo que yo quería. Puede que eso guste más, o menos, pero yo creo que son auténticos y eso es lo que más me importa.

De ellos os podría contar mil cosas, porque en mi cabeza están tan definidos que casi parecen reales (y sin el casi, pero si lo digo parece que esté loca), pero creo que me quedo con lo que explican en su historia: que el amor no es tan bonito como lo pintan siempre. Que hay circunstancias externas que pueden hacer mucho daño a una pareja, aunque se quiera con locura. Lo importante es saber sobreponerse y seguir adelante juntos y es todo lo que quería plasmar en esta historia.

Del barrio poco puedo deciros que no sepáis ya. En mi post Cositas que no sabéis de «A la de tres: ¡Te quiero!» podréis ver, además, fotos de tooooooodos los personajes que componen Sin Mar (el resto de hermanos, vikingo, el padre y hasta fotos de Campofrío), así que me ahorro ponerlo de nuevo aquí y sigo con cosas que no sepáis.

Y no sé si sabéis, por ejemplo, que esta novela salió el día de mi cumpleaños. Que estoy medio tarada, diréis algunos, porque a quién se le ocurre sumar más estrés al hecho de cumplir treinta años, pero siempre intento que mis libros salgan en fechas especiales. Diego y Julieta vieron la luz el día de reyes, así que me pareció una buena idea que estos lo hicieran el día de mi cumpleaños. Que luego estuve todo el día rezando para que os gustara, también, pero eso son cosas que no tiene por qué saber nadie! jajajajaja

Qué más, qué más… ¡Ah, sí! Que el modelo que hace de Nate me gustó tanto, tanto, que no le cambié ni el nombre. O no mucho, porque, para las que aún no lo habéis preguntado, el chico se llama Nathan Owens. Así que vais a tenerlo fácil para buscar más fotitos suyas. Aunque, como siempre digo, en mi tablero de pinterest hay un montón. Aviso que ahí también hay spoilers, eh? os dejo el enlace por aquí por si os queréis pasar y saber más de esta historia en fotos: Tablero Pinterest «Y que te quedes».

También quiero hablarlos de Eli, el personaje que encarna a la mejor amiga de Esme, y de Óscar, su hijo. Os diré que estos personajes, como todos, tienen cara, pero que, además, nacieron de mi necesidad de crear un personaje a conciencia para un niño que me enamoró en la última edición de Master chef Junior. Si la habéis visto, ya imaginaréis de quién hablo, pero por si acaso os pongo fotitos. Este es mi Óscar:

36409b21f373ae24698da304502c94fb

bd3118aba847cf545a5f20fb26632d75
No me digáis que no es para comérselo! 

Y aquí, su mamá, Eli:

 

Bien, ahora hablemos de esas palabras raras que aparecen como curiosidad a lo largo de toda la historia y que describen momentos muy concretos. No sé si lo sabéis o no, pero yo soy muy fan de estas palabras. De hecho, la única que no aparece en el libro, de todas mis favoritas, es RESILIENCIA, porque la tengo tatuada yo en el tobillo. Creo que era un juego que encajaba mucho en la personalidad de los dos protas, igual que creo que gracias a él pudimos ver mucho de Esme por dentro. ¡Y me encanta que me hayáis escrito tantas veces para comentarme lo mucho que os gustan las palabras!

Y ahora, vamos a la parte más complicada para mí. ¿Por qué hice que Esme lo pasara tan mal? ¿Por qué tenía que hacerla pasar por un aborto? ¿No era suficiente con las inseminaciones fallidas? ¿No era demasiado dolor? Para mí, no, pero no porque sea una hija de fruta, sino porque escribí este libro con un propósito, y era el de hablar acerca del aborto espontáneo. Podría hablaros de cifras, contaros que muchas, muchísimas mujeres abortan involuntariamente a sus bebés, sobre todo cuando son primerizas, pero estaría hablando en nombre de otras y esta vez quiero hacerlo en el mío propio.

He tenido críticas en este libro que me decían que Esme era repetitiva, que se centraba siempre en lo mismo y que se hacía pesado. Puedo entender que todo el mundo tiene una opinión y la respeto al máximo. Sin embargo, creo que Esme tenía que ser exactamente así, y lo creo, porque Esme refleja lo que siente una mujer cuando pierde un bebé deseado. Refleja, al menos, lo que sentí yo. Y es que sí, tuve un aborto involuntario antes de que Minicherry viniera al mundo. Un bebé que ahora tendría algo más de tres añitos y que se fue llevándose consigo un montón de ilusiones, sueños y, sobre todo, dejando un hueco que sentiré siempre, aunque con el tiempo se haga más pequeño y liviano. Recuerdo que, cuando aborté, muchas amigas, conocidas o compañeras me preguntaban cómo estaba, pero no solo eso, sino que me decían, como si nada, que ellas también habían tenido uno. Me di cuenta entonces de que muchísimas mujeres pasamos por algo así y, de alguna forma, sentimos que no tenemos del todo el derecho de hablarlo durante mucho tiempo, o de llorar, porque esos bebés no llegaron a nacer y mucha gente piensa que es una pena, pero que tampoco hay que hacer drama. No se dan cuenta de que, para nosotras, perder un bebé, sea en el mes que sea de gestación, supone renunciar al sueño de ser madres; supone enfrentarse al hecho de que nunca vas a saber cómo eran sus ojos, o su boca, o sus manitas. No vas a poder amamantarlo, ni abrazarlo, ni llenarlo de besos. Pierdes la oportunidad de conocer a alguien a quien consigues amar con todo tu ser, aun sin verle la cara. Pierdes una parte de ti y te deja temblando, sin saber si alguna vez podrás recuperarte y volver a intentarlo. Algunas lo consiguen pocos meses después, yo necesité más de un año y no soy menos fuerte por ello; simplemente necesitaba hacerme a la idea de que ese bebé ya no estaba. Necesitaba aceptar que se había ido y, sobre todo, entender que tener otro no lo reemplazaría. Yo, como Esme, perdí las ganas de intentarlo porque no quería siquiera pensar en volver a sufrir ese dolor. Al final, gracias al apoyo de mi pareja conseguí superarlo y ahora tenemos a Minicherry que es, como suele decirse, nuestro bebé arcoíris; esos que llegan detrás de una gran tormenta y lo llenan todo con su luz, aunque nunca olvides al primero.

Las que han pasado por una situación así entienden esto que digo, igual que entendieron el libro. No podéis imaginar el montón de mensajes que me han llegado de mamás que perdieron a sus bebés y luego tuvieron otros; mamás que perdieron a sus bebés y aún no se atreven a tener otro; mamás que están embarazadas y no pueden ni imaginar el dolor de perder a sus bebés. Incluso me llegó a escribir una chica que era matrona y me felicitó por hablar del tema. Vosotras no lo sabéis, pero lloré con cada uno de esos mensajes y sentí que, solo por vuestras palabras, valió la pena escribir este libro. Lo único que yo quise e intenté fue tratar un tema duro desde el respeto y el máximo cariño, así que espero haberlo logrado, y si la historia no os ha gustado tanto porque no habéis pasado por ello, no lo entendéis, o lo habéis pasado pero no lo habéis vivido así, lo respeto también, pero espero que ahora entendáis que no había otra forma de hacerlo. Que Esme no podía ser de otra manera.

Por último, os contaré que este libro no tiene lista de spotify como tal, pero sí hubo una canción que me atreví a escuchar después de tres años; una canción que escuché muchas veces cuando aquel primer bebé se me escapó y nos dejó antes de tener la oportunidad de venir al mundo. Una canción que me hizo llorar, temblar y mirar mi vientre mientras soñaba que aún estaba ahí dentro, aferrándose a mí tanto como yo me aferraba a él. No soy muy fan de este grupo, o más bien diría que apenas he oído canciones suyas, pero esta canción apareció cuando todo eran lágrimas y dolor y consiguió, de alguna forma, darme alivio, así siempre será especial para mí.

 

Y después de todo este rollazo espero no haberos aburrido mucho y os informo que ya estoy trabajando en Sin Mar 3, que llevo pocos capítulos pero apunta maneras y será una novela canalla, divertida, intensa, emotiva…  Que Julieta sigue estando zumbada porque ni la maternidad la arregla, que Noah ya está en el mundo y que los personajes de esta serie ya me están haciendo reír, cabrearme y sufrir como no imagináis, así que espero poder contar más cositas muy pronto.

Os mando un beso enorme y os doy las gracias por leerme!

Cherry Chic

 

28 comentarios sobre “Cositas que no sabéis de «Y que te quedes»

  1. La historia de Esme es especial por varios motivos, pero uno de ellos es por su forma de retratar un problema que suele quedar escondido, del que no suele hablarse, y es muy loable tratarlo como lo has hecho, amore. Felicidades por esta segunda novela tan arriesgada. porque me hizo sentir muy mucho, y por esas palabras raras que sabes que me encantan. A por Sin Mar 3!!

    Me gusta

  2. No podías haberlo explicado mejor… no he pasado por esa dificultad pero si tengo amigas cercanas que han pasado por ello y lo vives junto con ellas…se pasa muy mal, y por eso empaticé mucho con Esme, por sus problemas y por su forma de ser, por ese rol que adoptó de pequeña y que la hace ser como es….por todo eso y más me ha gustado mucho y que decir de Oscar. …ains me robó el coranzocito y me emocionó en dos ocasiones. …estoy segura de que Sin Mar 3 será distinta y única…gracias a ti por escribir y regalarnos tanto sentimientos!! Un besazo amore😘😘

    Me gusta

  3. Retratar los temores, los miedos, las desilusiones y las frustraciones no es fácil. Y abrirse en canal para mostrar una dura experiencia, como la que se ve en este libro, es de valientes. Enhorabuena por este nuevo éxito, esperando volver a saber de esta gran familia en la que cada uno tiene su personalidad pero cuando se necesitan hacen una gran piña.

    Me gusta

  4. Eres una campeona el libro de Esme es un logro muy emotivo y muy bonito no e pasado por la maternidad pero tengo gente querida con casos parecidos y hemos sufrido todas por igual. Me encanta como escribes eres una de mis mejores escritoras en tan poco tiempo porque haces que nos olvidemos de todos los problemas y nos fundamos en tus novelas. Te deseo todo lo mejor un beso enorme desde sbadell. Barcelona jejeje

    Le gusta a 1 persona

  5. Para mi ya sabes que es especial la historia de Nate y Esme y has sabido plasmar perfectamente lo que sienten y sufren los dos, no he pasado por eso pero me metí en su piel y me llegó al alma , felicidades otea vez por esta historia tannnnn bonitaaaaa y deseando seguir sabiendo más de los habitantes de Sin Mar,besos guapísima 😘😘😘

    Me gusta

  6. Desde luego las historias que cuentas siempre se acercan mucho a la realidad,por locas que sean.
    Siempre tienen ese punto donde habrá siempre alguien que se sienta identificado,porque por eso llegan tanto,la haces tuya desde el primer momento en que empiezas a leer.
    Los protagonistas son como cualquier persona que pasa por situaciones no siempre agradables,pero que buscan un fin,como le pasó a Esme.
    Gracias por compartir todo esto con todas nosotras

    Me gusta

  7. No hay nada de lo que esfribes que no me deje con el mejor sabor de boca, con na sensación de satisfacción y alegría que flipas. Ya me estoy imaginando Sin Mar 3…….será que nos traes que la historia se entreteje entre Eli, Alejandro y Oscar.? 🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤔 Espero paciente 😉 Mil gracias Cherry, sos lo más!

    Me gusta

  8. Me ha gustado muchísimo, una amiga me recomendó esta saga y me he leído los dos en tres días (devorado), el primero me encantó, Julieta está como una regadera pero tiene un gran corazón jijiji, me encantan todos los personajes, sobre todo Alex, espero que no le hagas sufrir mucho, que me has hecho llorar mucho ya y eso no mola jijiji, Hablando de Y que te quedes; yo no he sufrido ningún aborto, pero no he podido ni intentarlo ya que mi salud no lo ha permitido, pero he empatizado con esmeralda, ya que la historia es muy realista, muchas gracias por tus libros, espero el siguiente con ansiedad.

    Me gusta

  9. Tengo tantos sentimientos tan fuertes tratando de salir a la vez que no se cómo explicar lo que esta historia me ha colado. Cherry déjame decirte que a pesar de que soy una mujer que ha diferencia de Esme no tengo ninguna intención de ser madre, y que algunas veces me cuesta empalizar con cualquier sentimiento materno, has logrado que comprenda y conozca a Esme. Has logrado que la entienda y entienda cada uno de sus temores y miedos y con eso si puede identificarme al 100%. Y sobre todo que admire mucho la fortaleza que ella mostró, y si en esto le tengo que dar toda la razón a Esme cuando dice que nadie puede saber lo que esta sintiendo o por lo que esta pasando, cada uno lo vive y lo sobrelleva a su manera y en eso hay cero criticas.

    Me encanto que este libro sea muy diferente al primero, cada hermano es diferente a pesar de que son cuatrillizos y Esme es muy diferente a Julietta y eso me encanta, es única e irrepetible y ni que decir de Nate, Cherry has logrado que el personaje masculino sea sexy a rabiar sin que sea chico malo, tatuado y hey no es que me queje de ellos pero es refrescante ver que la caballerosidad es caliente jajaja ajan

    Espero con ansias Sin Mar 3

    Me gusta

  10. Yo no estoy para nada de acuerdo en lo que decís, tengo una beba hermosa de 11 meses y antes de que llegara al mundo perdí un embarazo. Si la pase mal y llore mucho pero lo que pasa Esme es una exageración desmensurada y a mí particularmente no me gustó leerlo en lo mas mínimo. Referirse al tema si, pero no creo que sea normal una actitud frente a eso tan extrema ni que esté bueno serlo para las que lo pasamos o las que no.

    Me gusta

    1. Yo cuento las historias siempre con un punto de respeto, o eso intento. En el caso de Esme, además, hablé de algo que mujeres que conozco han pasado, y que yo misma he pasado. Que tú no lo hayas vivido así, no significa que las demás sean peores, o menos que tú, solo significa que sienten distinto. No creo que llamar a alguien «anormal» por sentir distinto a ti sea sano, ni bueno. ¿En qué te afecta a ti como viva una mujer su fertilidad y pérdida? En nada, sinceramente, así que entiendo que no te gustara la historia, eso lo respeto, pero por favor, no insultes a la que siente distinto a ti. Un saludo.

      Me gusta

Deja un comentario